miércoles, junio 20, 2007

"Los poemas, incluso en este sentido, están navegando: se dirigen hacia algo. ¿Hacia qué? Hacia un lugar abierto que puede ser habitado, hacia un sujeto a quien es posible dirigirse, y tal vez hacia una realidad a la que es posible referirse" (1958)






Nadie nos volverá a amasar de tierra y barro,
nadie conjurará nuestro polvo.
Nadie.

Loado seas tú, nadie.
Por tu amor queremos
florecer.
Hacia ti.

Una nada
éramos, somos, seremos,
floreciendo:
la rosa de nada,
la rosa de nadie.


Paul Celan (pseud. de Paul Anczel)





Imagen: Bogdan Jarocki