martes, septiembre 30, 2008



Una iglesia he concebido con mi voz primordial
que describe distancias.

Mis manos han tocado las razones inversas
de mi tiempo que respira.

El silencio lo es todo cuando aguarda.

Mi pueblo no existe si le canto.
Mi dios sólo existe cuando canto.

Mis manos abiertas convocan las fiestas
de la miseria cerrada donde nada ni nadie.


(Víctor M. Muñoz, Las manos sobre la tierra)



Imagen: Juan Jiménez

Etiquetas: